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Comenzamos con el Kiwi.
Es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C (casi 100 mg por cada 100 g de alimento). Rico en luteína, compuesto fitoquímico que reduce el riesgo de c-ancer, enfermedades cardíacas y degeneración macular y cataratas, así que, ¡ojo!.
Contiene mucha fibra soluble (diabetes, trastornos cardíacos) e insoluble (cáncer de colon, estreñimiento y diverticulitis). Rico en cobre, vital para el crecimiento de los niños, fortalece los huesos y hace desarrollar el cerebro y el sistema inmunitario.
Rico en folato, magnesio y vitaminaE, eso hace que ayude a la formación ósea. Es antiinflamatorio y antialérgico.
Es normalizador de la presión arterial, se recomienda ingerir junto con alimentos ricos en potasio, por ejemplo, plátano.
¿Y la Fresa?
Es fruta del bosque que la aconsejo en regímenes dietéticos porque tiene escasa concentración de glúcidos y muy pocas calorías, menos que el melón o sandía. Además hidrata y sacia.
Fuente de fibra, vitamina C y magnesio.
Gran cantidad de antioxidantes por lo que previene la arterioesclerosis.
Propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
La recomiendo cuando hay más oxidación, ¿y cuándo es eso? Pues con la exposición solar, en contacto con el humo del tabaco y con el estrés.
Si además, incluyes suplementos vitamínicos para la belleza, los resultados son excelentes. Los de la gama Inneov o Innovage de Uriach, con componentes tipo ácido hialurónico, colágeno, son muy completos y efectivos. También Imedeen lo recomiendo por sus activos.
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